Carta de Champagnat

Carta de Champagnat

jueves, 29 de enero de 2015

Espiritualidad de Marcelino Champagnat a través de sus cartas (1838-1840)

Inquietud originaria

Hasta ahora se ha realizado fundamentalmente un estudio individualizado de cada una de las cartas de Marcelino conservadas, con metodología aportada por el H. Aureliano Bambrila y el CEPAM. El estudio que hicimos en El Escorial (Curso Senderos, 2008), y que motivó mi nuevo acercamiento a estos ricos textos de nuestro patrimonio fue también con similar metodología, guiados por la mano sabia del H. Fernando Hinojal. Por esta vía se han dado grandes pasos para un mejor acercamiento al Fundador. Los participantes de dichos cursos han realizado además algunos estudios temáticos y estudios comparativos entre varias cartas con asuntos similares. En la página web del CEPAM se hallan algunos de los resultados publicados.
Ahondando en este proceder, voy a realizar otro intento en este blog. He observado que sólo se conserva una carta anterior al 1826. A medida que pasan los años se conservan más cartas. Hay 64 cartas desde el segundo semestre de 1826 hasta el primer semestre de 1836, es decir, en los 10 años posteriores. El promedio anual para este período es de 6,4 cartas por año. En contraste, se conservan 274 cartas de los últimos 4 años de la vida de Marcelino, desde el segundo semestre de 1836 hasta el primer semestre de 1840. El promedio anual en estos últimos años se ha multiplicado por 10. Exactamente es de 68,5 cartas. Llama la atención esta producción y conservación copiosa de cartas en los últimos años, si la comparamos con los anteriores. Aparte de diversas causas que han podido incidir en ello, como el apoyo de secretarios y copistas, el gran número de escuelas, las implicaciones  institucionales de crecimiento, la mejor organización para conservar el patrimonio de la Sociedad,  etc.; independientemente,  el dato puede ser utilizado con provecho para un estudio evolutivo de la vida de Marcelino a lo largo de estos cuatro años (a partir de las cartas) en diversas dimensiones: espiritualidad, proceso psicológico, etc… cosa que para años anteriores se hace casi imposible, por la escasez de información.

Cartas de Marcelino desde París (enero a abril de 1838)

No tomaré como objeto de este estudio sino los dos últimos años. Y no me referiré a todas las cartas, sino a algunos bloques temporales que me han parecido más representativos.   Comienzo, por lo bien delimitado del período y la amplia información que ofrecen las cartas, con el viaje de Marcelino a Paris, desde mediados de enero (25 de enero, carta 170) a mediados de abril de 1838 (12 de abril, carta 185). Son 16 las cartas, 9 de ellas dirigidas al H. Francisco, que ha quedado en el Hermitage al cargo de los más diversos asuntos de la Congregación. Las otras 7 están dirigidas: dos al Ministro de Educación y las restantes cinco a destinarios diversos.
Podrían estudiarse estas 16 cartas como un conjunto literario único. Abren y cierran con el frío de París, referencia significativa al clima, pero también, según se apreciará, al clima interior del corazón de Marcelino.
Sólo nos molesta el frío por lo caro del combustible… No hay nieve, pero sí hielo. El agua de nuestras habitaciones se hiela noche y día. Desde hace algunos días ha vuelto el frío (25-01[1]). Hoy hace frío en París (12-04).
Y en varias ocasiones, entre estas fechas, hará mención a lo extremo del tiempo atmosférico:
Esta mañana el frío atenaza más que de ordinario (4-02). Desde hace algún tiempo llueve aquí casi a diario (24-02). En París el frío se ha hecho notar, pero no ha nevado. Se ha llegado a vender a 15 cts. el cubo de agua. Varias personas han muerto de frío (16-03). No le diré cuanto frío he pasado este invierno… Varias personas han muerto de frío (24-03).

Situaciones preocupantes

Las dificultades de Marcelino, más allás de las atmosféricas, llenan el contenido de las cartas. Diversas situaciones son mencionadas en forma general como padecimientos, agobios, preocupaciones y pesares. Ya desde las primeras cartas aparecen:
Hace ya ocho días que llegamos, no sin haber padecido de varias maneras (25-01). En medio de las dificultades que debo superar (3-02).
 Pero veánse por partes, y más en detalle, algunas de estas situaciones que le afectan. 
1)      Dificultades económicas. Su dinero cada vez es más escaso. Y lo ve consumirse poco a poco, sin frutos.
…de forma que el porte no sea demasiado caro. …lo caro del combustible. …dejamos el Hotel… para ir al seminario…  (25-01). Los gastos que exige mi estancia en París van todos a mi cargo y mis economías se van a agotar muy pronto (14-02). ¡Dios mío!, qué abuso, qué caro resulta, o mejor aún, qué despilfarro pues, como usted se imagina, para los coches hay que pagar hasta los minutos… Tal vez piense usted que tenemos mucho dinero; disminuye cada día y no ganamos nada, como ya se imaginará. Cuando hayamos acabado, pediré a los Sres.  Ginot que me presten algo que se lo devolveremos (24-02). El combustible es horriblemente caro: 15 francos cuesta la leña que un hombre ordinario puede llevar a la espalda (24-03). 
2)      La “gran preocupación”: la autorización del instituto. No consigue el propósito para el que ha viajado y dedicado tantos días y esfuerzos. Los trámites o gestiones que realiza son descritas sobre todo como visitas y caminatas, que pronto se convierten en correteos o molestas correrías, y hasta en la acción más gráfica de rodar. A un trámite le sucede otro con el que no contaba. Le dicen que todo va bien, pero la tardanza burocrática demora su asunto hasta el fracaso de todos sus esfuerzos. El Ministro Salvandy demora su firma, con una u otra objeción o trámite. Solicita diversos informes al Consejo Real, al Consejo Universitario y al Comité de Interior, así como informes de los Obispos. No le dan negativas, pero retardan los trámites, en lo que Marcelino señala como una “lentitud desesperante”, “agobiante lentitud burocrática” o, finalmente, “estancamiento agobiante”. El 29 de marzo, después dos meses y medio, está con gran ilusión, pero ante la nueva demora se desvanece su ánimo. Redacta una nueva carta al Ministro, y se regresa al Hermitage. El sentimiento es que “todo sigue igual” (12-03) o, más irónicamente, que todo va “por buen camino” (12-04).
Hemos andado ya mucho por París, hemos hecho muchas visitas y aún no hemos terminado… Se nos ha dicho que le asunto debía pasar al Consejo de Estado y que sería largo, tres semanas (25-01). Mis primeras gestiones tuvieron un rápido resultado: el informe (del Consejo Real)… ha sido favorable. Los documentos están ahora en las manos del Sr. de Salvandy… Le agradeceríamos infinitamente rogara al Sr. Ministro que acelere este asunto (03-02). Seguimos haciendo muchas visitas a unos y a otros. Acabamos de ver al Sr. Lacheze. Volveremos al mediodía, aún no se había levantado. Aún no estamos seguros de nuestro éxito. .. esperamos la respuesta de nuestro Sres. Obispos (04-02). En cuanto a nuestra gran preocupación: cuántas gestiones, cuántas caminatas, cuántas visitas, no se puede hacer idea. Llevamos dos días sin dejar de rodar para tener una audiencia con el ministro, sin poderlo conseguir… acabamos de ver al Sr. Delebecque, quien nos ha dicho que nuestros documentos están completos y que este viernes pasarían al consejo universitario (2 de marzo). Estamos ahora buscando qué consejo es ése del que no habíamos oído hablar. …nos ha dicho otra vez que nuestro asunto terminaría en tres semanas (24-02). Me produce gran pesar seguir informándole de cómo sigue el tema de la autorización. No hay ninguna razón en contra, solo una agobiante lentitud burocrática (07-03). Todo sigue igual. No sé qué acicate emplear para que vaya más deprisa. .. Lo que me inquieta, y es más que suficiente para emponzoñarlo todo, es el estancamiento agobiante del asunto que persigo (12-03). Hágale sentir (al Sr. Ardaillon)  lo necesaria que nos es esta autorización (13-03). Aún no sé el resultado de las diligencias hechas. Esta tarde voy a hacer algunas visitas, tal vez me entere de algo... (el  Sr. Pillet) Me anuncia que el asunto pasó el martes al Consejo Universitario, que emitió una opinión favorable: cree que el Ministro se va a decidir a pedir un decreto al Rey. Esto me parece demasiado bello, demasiado rápido para que no haya todavía alguna dificultad…. El Consejo Universitario acaba de examinar nuestro asunto y …pasará inmediatamente al comité de Interior. Hasta ahora no me habían hablado de este Comité (15- 03). Estoy en París desde hace más de dos meses y sólo pensaba estar un mes. Los trámites no se han terminado y es posible que aún esté aquí por las fiestas de Pascua. Con la ayuda de Dios, espero conseguir mis objetivos (16-03) …sigo en París visitando a unos y a otros, y a pesar de todo mis trámites solo aceleran un poco el tema que constituye nuestra gran preocupación. Aquí en París todos los que se preocupan por nuestro éxito me dicen que hay que tener paciencia…  Todos los informes… han sido favorables…  No creo poder ir al Hermitage antes de Pascua (18-03). Una vez más, acabo de corretear por la mañana y por la tarde. ..parece ser que mañana preparará el decreto que pasará al Consejo de Estado. .. hará falta un mes largo antes de que todo termine (22-03) …sigo en París  viendo, visitando a unos y a otros sin adivinar el final de mis molestas correrías… Pese a todo estoy firmemente convencido, muy querido hermano, que será lo que Dios quiera, ni más ni menos. P.S. 29 de marzo. …Me han anunciado que el decreto está  redactado y que el ministro lo puede firmar mañana… (24-03). El Rvdo. Sr. Champagnat sigue en París…. esperando el buen resultado de las gestiones que ha hecho…  El Sr. Champagnat se presenta hoy, otra vez, para suplicarle se sirva tomar en consideración su solicitud… (11-04). Los trámites de la autorización siguen por buen camino, quiero decir que no experimentan otras dificultades que una lentitud desesperante… (12-04)
El H. Jean Baptista Furet sigue con detalle en su Vida estos meses en París (pp. 214-221, edición Bicentenario), fundamentando su relato en seis o tal vez siete cartas de Marcelino que trascribe fragmentariamente y un poco por la libre.
El H. Manuel Mesonero Sánchez, después de su detallado estudio sobre la Espiritualidad de San Marcelino (2003, 43-44) y referido a las citas de las Cartas, explica el procedimiento:
El biógrafo no es muy respetuoso con los textos, los utiliza para adaptarlos a sus fines, y se encuentran retoques, modificaciones, añadidos, incluso cambios importantes en los mismos….
No se cumple aquí exactamente lo que afirma del uso de las cartas de 1827: “…conoce y utiliza algún texto de manera aislada”, pues aquí los utiliza en su conjunto, tomado los principales textos referidos al tema, pero bien puede aplicarse lo que sigue: “…en modo alguno se sirve de ellos para hacer el retrato del alma que el Fundador hace de sí mismo…”.[2] 




[1] En estas citas textuales se colocará solamente la fecha de las cartas.
[2] Sin embargo, sí se atreve el biógrafo a enjuiciar sin ambages el alma del Sr. Salvandy. Allí hace un juicio claro del ministro: “no se mostraba tan sincero como el señor Guizot… nunca tuvo voluntad de apoyar la solicitud...”.