Carta de Champagnat

Carta de Champagnat

lunes, 2 de febrero de 2015

Otras dificultades de Marcelino Champagnat en París


3)      Asuntos de gobierno. Varios asuntos de los que ha dejado al cargo al H. Francisco están sin solucionar y le preocupa la dirección que vayan tomando. Algunos de estos asuntos no son tan graves, pero es importante tomar conciencia de todos ellos, pues iban sumando cargas a Marcelino en sus días parisinos: 
a)     Envíos y recibos de Prospectos, Regla y Breviario:
He recibido… los Prospectos que nos ha enviado… pídale (al alcalde de Lavalla) que nos traiga uno o dos ejemplares de la Regla y del Principio… (4-02) …pídale (al Sr. Ginot) que me traiga un breviario pars verna, el que he terminado, con un ejemplar de la Regla (24-02) …he recibido los tres ejemplares de la Regla… (7-03).  Por el mismo medio que me envió la Regla, envíeme un breviario pars verna (12-03). He recibido todo lo que entregó al Sr. Ginot para mí (22-03).
b)      Compras de litografía, copón, libros para escuelas, vino, estampas… Unas las realiza en París y otras encarga las hagan desde el Hermitage, o consulta sobre su conveniencia:
Les he pedido (a los Hermanos de las Escuelas Cristianas)  que nos proporcionen sus libros de clase al mismo precio que se los dan a sus escuelas… Estudien estos precios, para ver si convienen… (4-02). Le pregunté si el precio de los Hermanos era o no conveniente: quería saber qué piensa usted de esto…  Tal vez compre una litografía. Ya he comprado un copón muy hermoso. Es parte de lo que habíamos prometido a la Santísima Virgen… (24-02). He comprado una litografía con la que trabaja el H. Jubin. Cuesta 400… he comprado estampas, puntos buenos, etc… he comprado un copón muy bonito… el Sr. Vieno cuenta con que le compremos un centenar de barriles de su vino. Que el H. Stanislas vaya a Lyon y comprometa al Sr. Vieno  a llevárnoslo a Perrache. Es preciso, como verá, no perder esto de vista (7-03).
c)     Asuntos laborales y trabajos pendientes. Se mencionan un albañil, un carpintero, un granjero, entre otros. Llama la atención el caso del granjero que supuso un dolor de cabeza para el H. Francisco, a juzgar por los detalles de su caso en estas cartas.
¿El granjero se decide a marchar, pura y sencillamente? …¿Poncet ha cortado mucha roca? (04-02). El granjero debe marcharse: con gusto le podría alquilar un trozo de prado y de tierra, si ofrece un precio razonable, pero su salida debe ser  incondicional… No hay que llamar a más obreros para la roca (24-02). Usted conoce las normas del código. Yo no me aclaro mucho con las leyes. Si el granjero se queda todavía un año, se quedara luego  dos, a pesar nuestro.  Si el Sr. Finas no quiere actuar, hay que recordarle lo que me prometió… (7-03). Sobre el granjero… si no tiene derecho a vender el heno, menos aún podrá vender el estiércol. Por lo demás vaya a ver el juez de paz, si el Sr. Fina o algún otro no quiere intervenir… Diga al H. Stanislas que mande hacer a Phillipe asientos para el dormitorio y alguna mesa pequeña para las habitaciones…a Lachal hay que darle lo que le da su dueño, por lo menos… (22-03)
d)     Situaciones de hermanos y escuelas, entre ellas: los asuntos de exención militar y autorizaciones de enseñanza, la escuela de Semur con párroco nuevo y las futuras aperturas de escuelas, algunos cambios de Hermanos y actividades particulares, un hermano muy enfermo, acompañamiento pastoral de los HH. Antonio e Hilarion, y las comunidades cercanas, etc.  
Sobre el H. Adjunteur… Haga cuanto pueda para ayudarle a tener una santa muerte: dígale que no lo olvido (4-02).
Ya que el viaje del H. Cassien ha tenido un buen resultado en Millery, envíelo a pasar unos ocho días a Valbenoite y a Neuville. Exprésele mi gran satisfacción… (4-02) Apruebo sin reserva los viajes del H. Cassien (24-2).
No me dice si el H. Pie ha sido cambiado… (4-02). De ninguna de las maneras puede cambiar al H. Alipius; si por el momento no le puede enviar otro, que el H. Gonzague tenga paciencia. No recuerdo quien es el que usted le envío. Haga lo que pueda, pero sin sacar al H. Alipius de Charlieu (7-3). Voy a enviar al H. Jubin a la escuela mutua de sordomudos. Cuando pueda, pienso ir yo también (12-03). El H. Marie-Jubin va a aprender a llevar sordomudos y continuará aprendiendo a litografiar (14-03).
Envíeme el compromiso decenal del H. Martin y de los demás… (4-02). El rector de la Universidad no ha querido poner el visado sin el compromiso… (24-02). Sobre el asunto del H. Theodore… ya había hecho alguna gestión, pero totalmente infructuosa… él mismo podría hacerse declarar inútil en su regimiento… (24-02). Aún no sé nada sobre los compromisos. Se los he remitido al Sr. Baude (14-03).
No podemos dejar al H. Cyprien sin hacerlo autorizar. Creo que habría que hacerlo en Tarentaise y sin tardar, o incluso en Lavalla, si eso fuera imposible… Creo que la autorización del H. Cyprien tendrá menos dificultades en Tarentaise. Tendremos así más libertad para disponer de él… No es necesario que el vaya para eso, con tal de que tenga usted su diploma (15-03).  
Nos insisten muchísimo para abrir una escuela en St. Paul… Estoy casi decidido a ir… (4-02). Promesas para nuevas escuelas, ya hemos hecho demasiadas; obtengamos de una vez la autorización, luego veremos lo que podemos prometer (7-03). Nunca se habló de un tercer Hermano… comprenderá usted, señor y dignísimo Pastor, que nos sería absolutamente imposible rebajar nada (14-03). He recibido una carta del H. Cyprien y del Sr. Párroco. Le envío adjunta la copia… Que el H. Jean Baptiste, si puede prescindir de él una semana, vaya y vea, de paso, las escuelas de Perreux y Charlieu… Con referencia a Semur, desde el momento en que ponen dificultades para cumplir las condiciones, no podemos comprometer al H. Cyprien. Vea rápidamente cuales son las medidas necesarias (15-03). 
La mayor parte de estos textos provienen de cartas dirigidas al H. Francisco, pero al tratarse de la situación de comunidades y hermanos, hay que agregar la ya mencionada al párroco de Semur y, de un modo muy particular las cartas sobresalientes a los HH. Hylarion y Antonio, en las que se descubre un sentido muy agudo de acompañamiento pastoral. No tienen un finalidad pragmática inmediata, sino la de acompañar a estos hermanos y velar por las comunidades a las que pertenecen y por las cercanas a ellos. Las dos cartas son una joya y bien ameritan estudios diferenciados como los que ya se habrán hecho; tan sólo indico que también estas comunidades y hermanos son parte de las preocupaciones que Marcelino lleva en París. 
No lo olvido ni a usted ni a los demás. Dígale al Hermano Maurice cuánto lo aprecio, a él y a sus colaboradores… No olvide a los Hermanos de St. Sauver… Trate de ver cuanto antes a los Hermanos de Bourg-Argental… (18-03).
A Dios, mi querido amigo, a Dios mi querido Theodose, Henri-Marie y el querido cocinero… Sírvase comunicarlos a los Hermanos de Mornant y de St. Symphorien (24-03). 
e)      Informe diario de escuelas y comunidades de lo transcurrido en su ausencia que solicita a los hermanos encargados. En la última carta de este grupo (de fecha 12-04), poco antes de su regreso, le señala con detalle al H. Francisco cómo espera recibir los informes de hermanos y comunidades, las actividades diarias, y los informes económicos. Para ello espera principalmente los informes de los responsables.

Llama la atención la responsabilidad que Marcelino asigna al H. Francisco en quien delega, entre otras cosas, algunos cambios de destino de Hermanos, a quien consulta sobre asuntos económicos, y a quien reconoce su mejor conocimiento de las leyes. En todo caso se nota que Marcelino se preocupa por dejar un gobierno colegiado, en el que los H. Stanislas, Jean Baptiste y Jean Marie, comparten la responsabilidad de gobierno, y además se les pide consultar con algunos Padres si se presentaran situaciones difíciles de resolver. Estos tres hermanos son mencionados con cierta frecuencia en las cartas al H. Francisco (25-01; 4-2; 24-2; 13-3; 12-4). El P. Matricon es nombrado como referencia principal del que recibir consejo, pero también se mencionan los Padres Terraillon y Besson  (Cartas del 25-1; 4-2; 24-2; 7-3). 
2)      ¿Dificultades de salud? El tema de la salud aparece con frecuencia en las cartas. Y aunque Marcelino dice que es buena, queda la duda, sobre todo porque llega a pensar en su muerte en París, como se verá más adelante.
Tengo muy buena salud (24-2). Sigo estando bien (22-3). Mi salud va muy bien en París (24-3). Mi salud sigue siendo buena (12-04).
Aunque, en general, dice que se siente bien de salud, hace sin embargo mención del frío, según ya se ha hecho ver, y de su estómago. Además, ya le empieza a fallar la memoria. Y en un par de ocasiones le hace ver esto al H. Francisco.
Se me olvida algo que le quería decir (24-02). Me olvido de muchas cosas (13-03). Apenas he tenido molestias de estómago (12-04).
El H. Jean Baptiste Furet en cuatro párrafos describe la situación de la salud de Marcelino para esta época: dolores de costado que le impiden hacer esfuerzos físicos, gastritis y vómitos, más las secuelas de la enfermedad de 1825. Y concluye:
Las fatigosas caminatas por París y los desengaños de todo tipo que allí tuvo que soportar, terminaron por minar su organismo y agotar las pocas fuerzas que le quedaban de modo que a su regreso no era difícil adivinar que no llegaría muy lejos (p. 223, edición Bicentenario).
3)      Dificultades familiares. Muere su último hermano. Ya sólo queda él. También muere en estas fechas un hermano del H. Francisco.
Encomiende a las oraciones de la comunidad a mi hermano. De diez que éramos ya soy el único que queda, creo que mi turno no está lejos (24-02). Comparto intensamente el dolor que ha podido causarle la muerte de su hermano (12-04).
Y además de estas breves menciones, una carta completa la dirige a su cuñada para darle consuelo. Comienza así:
Siento mucho no haber podido ir junto a mi pobre hermano durante su enfermedad… (6-03).
4)      Distanciamiento de la política parisina, a pesar de ser tiempos de calma. Parece que con las visitas particulares a los Diputados ya tiene bastante.

Por lo que se refiere a los asuntos políticos, los ignoro como si estuviera a cien leguas. He ido una vez a la Cámara de Diputados, no tengo ganas de volver (24-02).

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